Chica llama a chico para encuentro esporádico. Él le devuelve la llamada: “Hola, soy Curro, ¿dónde estás?/ “Estoy cerca del Cervantes, en la taquilla”/ “¿Tienes el pelo rizado? ”/ “Sí, soy yo, te veo”. Se encuentran. Bloguera y realizador comienzan su charla dentro de la 17ª edición del Festival de Cine de Málaga.

Con toque de humor y al más puro estilo de comedia neoyorquina, comienzo este post y mi charla con Curro Rodríguez Villalba, director de “No Hair, no Paranoia”, cortometraje que el martes se emitió en el Albéniz, aunque fuera de concurso. Como premiado en Málaga Crea del año anterior, así se cumple lo pactado.

Pero en todo este año, a esta pieza no le han faltado nominaciones y reconocimientos: más 30 secciones oficiales y una decenas de premios desde su estreno.  Rodada en Nueva York, en habla inglesa con embrión malagueño, ¿esto cómo es? “En Málaga había empezado el embrión del guión pero allí, en Nueva York, terminó de cuajar y se hizo el casting, elección de localizaciones… En Brooklyn fundamentalmente”, me aclara Curro. Curiosa, indago en el porqué del rodaje al otro lado del charco. Una afortunada coincidencia es la respuesta. “En 2010, estaba trabajando en Madrid en series de ficción. Todavía no había estallado la crisis y decidí solicitar la beca Talentia como el que echa la lotería… y me tocó. Me marché allí un año a estudiar Dirección de Cine en la New York Filme Academy y luego me quedé dos años más currando. Estando en esta ciudad, decidí comenzar el rodaje”.

21 páginas de guión, 21 localizaciones y otro tanto de actores. Esto no habrá sido nada fácil y  más con presupuesto ‘low cost’, me atrevo a insinuar. “Cuando los profesores de la academia se leyeron el guión, me dijeron que era imposible rodar con ese presupuesto”.  Hablamos de 2100 euros para rodaje. Para que os hagáis una idea, el coste de una producción de este tipo anda entre 20.000 y 25.000 euros. “Me tocó convencer a los propietarios de los ‘garitos’ donde rodaba. De hecho uno de los momentos más duros es el rodaje de una escena con 20 figurantes donde contamos con horario restringido: de 4 de la mañana a 6 de la tarde del día siguiente. ¡Imagínate lo que fue encontrar figurantes de madrugada, los auxiliares de producción se marchaban a la calle buscando a candidatos. Es duro conseguir localizaciones a coste baratito”, sonríe, ahora, Curro.

Ahora viene la pregunta, imagino que repetida, pero me lanzo. “¿Por qué realizar un corto sobre la alopecia masculina? “Tenía ganas de hacer una comedia. Me gusta el humor negro. A mi grupo de amigos siempre nos había preocupado bastante el tema. Y un día leí en un artículo que quedarse calvo era la principal preocupación del hombre, solo superado por la impotencia”.  Entre risas, me cuenta que el cortometraje está lleno de anécdotas muy reales que no desvelaré… Lo que en definitiva, saco de todo esto es que no sólo las chicas estamos llenas de complejos, ellos también son presa de esto. Así me lo dice su director.

¿Qué veremos próximamente? Un making-of más que interesante sobre el cortometraje en cuestión, una obra de micro teatro con texto de Nancho Novo en el espacio “Microteatro por dinero”, en San Juan de Letrán, y mucha publicidad. Desde que nuestro director volvió a Málaga, después de su estancia en África como jefe de producción de Perdidos en la tribu, trabaja en la realización y producción de spot publicitarios.

Como guinda con sabor agridulce, su percepción sobre el festival: “Para la ciudad es positivo: genera economía, movimiento en bares y ocio, los malagueños van al cine… Me parece que este año, las cosas funcionan algo mejor a nivel de calidad de las películas. Siempre he tenido la impresión de que se cuida la imagen exterior pero le falta lo que tienen otros festivales, cuidar la calidad del producto”.

Acabo pero no me resisto. ¿Dónde y con quién estarías #albileando? ¡Escucha!

No hay mejor despedida. ¡Gracias Curro!