Además de celebrarse hoy el Día Mundial Sin Tabaco resulta que también es viernes y ¡son de cine!.
¡Relacionemos! , ¿de dónde surge esta iniciativa? . Cada año la OMS (Organización Mundial de la Salud) y asociados de todo el mundo celebran este día, dedicado a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo. El tema en 2013 está dedicado a la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco. Algo que durante mucho tiempo ha contado con el cine como aliado. Y es que ambas industrias sellaron esta curiosa amistad que generaba beneficios mutuos. Así se cambiaron planos y secuencias para mostrar a los protagonistas encendiendo un cigarrillo. Quién no recuerda el más puro cine clásico con protagonistas como Bogart, Dietrich, Newman o Brandon, sensuales o rudos rodeados de un halo de humo. M. Barrueco Ferrero, del Hospital Universitario de Salamanca, nos lo cuenta en su estudio “De Humphrey Bogart a Julia Roberts. Hollywood, el tabaco y el movimiento de prevención del tabaquismo”.
Posteriormente, esto ha ido cambiado, el fumar dejó de ser visto como elemento de distinción social y surgieron desde EEUU, movimientos para su prevención como el de “Smoke free movies: From evidence to action”.
En términos de comunicación, prestamos atención a aquellos pequeños objetos, detalles que apoyan al storytelling del protagonista si estamos ante la gran pantalla o portavoz si estamos en una organización. La construcción de un buen mensaje requiere una puesta en escena, ¿has pensado esto alguna vez antes de dar un discurso? Hablar en público ante tus empleados, clientes, grandes y pequeñas audiencias requiere una predisposición y planificación previ,a que contempla elementos que van más allá de la palabra. Dando una pincelada a la publicidad, el product placement como es conocido este fenómeno fue utilizado en las primeras ocasiones en España en una popular serie…Médico de familia, ¿recordáis esos desayunos?, ¿cuál era la marca de leche?.
Sin más, os dejamos con una escena de la película de Orson Welles, Sed de Mal (1958), en la que Dietrich, buena amiga del director, no dudó en actuar para él en un pequeño pero inolvidable papel como la gitana mexicana Tanya. Su aparición en escena fumando y sin reconocer en un primer momento a Quinlan es memorable.
