Ayer 8 de mayo, se celebraba el  Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. 15o años de acción humanitaria que pretenden poner en valor durante todo el 2014. De hecho acaban de lanzar una campaña “Mi historia con la Cruz Roja”. Pulsa aquí para ver el teaser.

Así que con esta conexión, me lanzo a escribir sobre largometrajes y otros formatos cinematográficos como los documentales que nos acercan la labor humanitaria. Comunicar esta cruda realidad a un público que permanece sentado, no es tarea fácil. Cómo lograr su movilización y participación.  He aquí la cuestión.

Nuestro cine español de finales de los 50, principios de los  60, nos dejaba dos títulos que hacían referencia a la citada ONG. Con toque humorístico y costumbrista, mostraban la cotidianeidad de los voluntarios españoles de aquella época. En 1958, llegaba a la gran pantalla Las chicas de la Cruz Roja, de  Rafael Juan Salvia, quien lanzaría al estrellato a Concha Velasco. Para los que no vivimos esa época, os cuento que  El Día de la Cruz Roja tenía como principal misión la de recaudar fondos para la organización y se desarrollaba por las calles de las ciudades españolas, lo que llegó a tener cierto aire festivo. Independientemente de las mesas que se instalaban ante las fachadas de edificios institucionales, grupos de voluntarias se paseaban por la ciudad para colocar en trajes y solapas una banderita a quienes  atendían a su petición,  todas ellas con bastante garbo, observen…

3 años después y dirigido por Fernando Palacios, veíamos otra vez a Tony Leblanc pero en esta ocasión como voluntario en Tres de la Cruz Roja. Le acompañaban como parte del elenco José Luis López Vázquez y  Manolo Gómez Mur.  En el 140 aniversario, utilizaron una recreación de las primeras escenas con motivo de los XVIII Premios Solidaridad de Cruz Roja en Salamanca.

Con una avalancha de críticas, y no precisamente buenas, Amar Peligrosamente llegaba en 2003 para  hacernos estremecer con la historia romántica de su protagonista en un contexto convulso de guerras y saqueos en una África, sacudida por la hambruna infantil. Juzguen si lo consiguió o no. La Jolie fue nominada a los Premios Razzie como peor actriz y  “casi parece una ONG en sí misma. (…) la historia acumula todos los tópicos sobre el bandidaje, el descreimiento de los cooperantes, la imposibilidad del amor y el aprovechamiento de las mafias…” diría  Javier Ocaña de  El País . Sin embargo, Angelina, no la actriz, sino la mujer siempre ha estado comprometida con las labores humanitarias, siendo embajadora de ACNUR desde 2001.

Basada en hechos reales, Icíar Bollaír nos mostraba en su última película Katmandú un espejo en el cielo, la historia de la maestra catalana Victoria Subirana, quien descubrió que su trabajo “era más útil en un país sin alfabetizar”. Así que viajamos hasta la India para  ver cómo la protagonista, Verónica Echegui, trabajaba en una escuela de los barrios más pobres desarrollando un proyecto educativo. Su interpretación le valió  el Gaudí 2011 a Mejor Actriz.

Y cierro con este post con documental incluido. Dejar la reflexión para el final también es unaestrategia de comunicación. Con ánimo de lucro de Joan Planas (2007) habla sobrela pobreza del tercer y el primer mundo, poniendo en duda la aplicación de los 8 objetivos del milenio y proponiendo una solución. Te lo puedes incluso descargar porque en contraposición a su nombre, está hecho sin ánimo de lucro. Entra en su web y verás que fue premiado en el III Festival de Cine Social d e Torrijos. También la dejo aquí.