Ayer se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente que este año cuenta con el siguiente lema: “Alza tu voz, no el nivel del mar” . La ONU ha querido poner de manifiesto la necesidad de cuidar entornos como los pequeños estados insulares, que se encuentran en zonas aisladas y lejos de grandes penínsulas. Más vulnerables al cambio climático creciente. No en vano, Barbados será el anfitrión de la cumbre que se celebrará en septiembre.

El año anterior dedicamos nuestro post a Al Gore y ahora, lo hacemos prestando atención a aquellas películas rodadas en escenarios de estados insulares. Curiosamente, los directores eligen estos escenarios para comunicar en sus filmes dos temáticas: aventuras y erotismo.

Comienzo con la más reciente: Amapola, la nueva cinta de Geraldine Chaplin presentada hace escasamente dos días. Eugenio Zanetti nos cuenta la vida de los Guerrero, una familia de cantantes líricos y actores, que regentan el Gran Hotel Amapola en una isla de algún rincón perdido del delta del río Paraná, cerca de la localidad bonaerense de Tigre, a 27 kilómetros al norte de la capital argentina. Aunque rodada en esta bonita isla que cada vez cuenta con más adeptos entre el séptimo arte para las localizaciones, también encontramos escenas rodadas en estados insulares del Caribe.  Aquí tenéis el tráiler.

Barbados y más concretamente Malibú, ha sido protagonista en las sucesivas secuelas de Piratas del Caribe. Se ve que  su director, Gore Verbinski, quedó atrapado por los encantos de la isla en 2003 y decidió que Sparrow y resto de personajes repitieran escenas en 2006 y 2007 (Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto  y Piratas del Caribe: En el fin del mundo).

Del Caribe al Pacífico. En estas islas se rodaron dos filmes que pasarán al recuerdo. El más antiguo :El Lago Azul, rodada en Isla Tortuga (Yasawa). Ahora al parecer un complejo privado, qué pena.  Dirigida por Randal Kleiser y estrenada en 1980, aquí veíamos a una jovencita Brooke Shields que comenzaba a practicar sus primeros juegos sexuales con su partener, Christopher Akins, tras vivir durante años como únicos supervivientes en una isla desierta. ¡Que sí que os lo pongo! 😉

En 2000, llegaba Náufrago. Robert Zemeckis elegía las Islas Mamanuca para mostrarnos las reflexiones, nunca mejor dicho, de Chuck Noland y el Sr. Wilson.

¿Qué me decís de Papúa Nueva Guinea? También tiene su trocito en el mundo del celuloide. En 2012,el famoso doctor House se pone a las órdenes de Andrew Adamson y protagoniza Mr. Pip donde da vida a un excéntrico hombre que decide reabrir las puertas de la escuela en Bougainville y ejercer de maestro. Su método es combinar la lectura en voz alta de capítulos de Grandes Esperanzas, su novela favorita de Charles Dickens, que cuenta las desventuras de Pip, el joven huérfano protagonista de la obra.

Ahora, doy el salto al Índico y visitamos las Seychelles, escenario de varias películas y favorita de directores como Oliver Reed.  En 1981, la imponente y sensual Bo Derek viajaba hasta aquí para protagonizar Tarzán, The Ape Man. De ella se diría “el animal más bello que dio la Tierra en la más erótica aventura”.

No obstante, años antes en 1974, el erotismo inundaba el paraje. Era el año de la primera película deEmmanuelle  (Goodbye Emmanuelle) dirigida por Just Jaeckin y protagonizada por la actriz Sylvia Kristel.  Escenas de sexo, marturbación… La primera secuela recibió la calificación X, convirtiéndose en un enorme éxito internacional, con una audiencia estimada hasta la fecha de más de 300 millones de televidentes en todo el mundo. Piratas de Roman Polanski en 1983 también se decantó por esta localización. Aunque con poco repercusión de taquilla, sí que logró 2 premios César en 1986.

Y con este repaso erótico-aventurero, cierro este post que espero muevas en el mundo entero 😉