Hacía tiempo que no estábamos de cháchara con… Recuperando buenas costumbres me decido a descubrir algo más a un escultor malagueño que este viernes inaugura su nueva colección dentro del Maf, que para quien no sepa lo que es, os diré que es una genial iniciativa que consigue que nuestra ciudad se llene de cine y cultura prácticamente un mes porque luego ‘enganchamos’ con nuestro festival. Así que como recomendación, entren en la web y vayan anotando en agenda actividades. La primera: viernes 7 de marzo a las 20:00 h,  Entre Acordes , con ambientación a ritmo de guitarra más que interesante.

Encontrando un hueco en la galería Cartel Fine Arte, comienzo mi batería de preguntas a Chico Repullo.

Isabel Alba:  Después de tanto tiempo y resulta que todavía te llaman Chico, ¿cuéntanos esto un poco más?

Chico Repullo: Suele ser frecuente que a nivel familiar el apodo perdure casi toda la vida, pero en algunos casos ese apodo trasciende también al circulo de amistades, en mi caso ha trascendido tanto que prácticamente nadie me llama por mi nombre, es por ello que decidí tomar como nombre artístico mi apodo.

IA: De Málaga, autodidacta y emparentado con un reconocido pintor, ¿no me dirás que no apuntabas maneras Chico?

CR: Bueno, esta combinación de elementos tenía que salir por algún lado y el resultado ha sido una eclosión de  creatividad, para mi es un privilegio vivir y haber nacido en Málaga donde su luz tan especial lo envuelve todo con lo cual resulta fácil inspirarse. Lo del parentesco con Picasso es un orgullo muy grande y es la guinda de esta combinación.

IA: Aunque según leemos en tu trayectoria dices que te desarrollaste dentro del mundo artístico en “la madurez”, ¿no te molesta esto? 

CR: No tiene por qué, de pequeño ya hacia mis pinitos con el modelado en barro, pero eran otros tiempos en los que resultaba implanteable dedicarme profesionalmente a esto, pero como dice el refrán nunca es tarde…,  pienso que por mi edad tengo aún mucho recorrido. Por otra parte, soy muy independiente y trabajo para complacerme a mi mismo, aunque he de reconocer que me gusta provocar al espectador, quizás por eso he decidido dar a conocer mi obra al gran público.

IA: Háblanos del momento en que decidiste dar el salto y compartir tu arte con el gran público. Estaríamos en el 2008 ¿no?

CR: En ese año di a conocer mi proyecto a modo de opera prima, aunque llevaba trabajando en ello unos cuantos años atrás,  quise dar el paso hacia el gran público  con una buena puesta en escena. Lo que poca gente sabe es que me he dedicado durante muchos años a la restauración de coches clásicos, algo que para mi es un arte también y me ha servido para dar el salto al campo de la escultura, pues me ha permitido adquirir una gran destreza y precisión en el manejo de herramientas y materiales.

 IA:  ¿Te esperabas esta buena acogida?

CR: Cuando afrontas un proyecto de esta envergadura lo haces con una gran dosis de ilusión que en definitiva es lo que te da fuerzas para hacer cosas, si además te gusta lo que haces te motivas más y entras en una espiral de creatividad que puede llegar a crecer exponencialmente.

IA: ¿Cómo fue la experiencia de cruzar el charco?

Fue altamente positiva ya que en Latinoamérica sienten una gran admiración por los artistas españoles y la obra que expuse en esas tierras  tuvo muy buena acogida.

IA: Entre tus vídeos anteriores vemos que has participado en varias ‘performance’, algunas en La Noche en Blanco, ¿cómo es esto de estar creando rodeado de tanta gente?, ¿logras inspirarte?, ¿cómo es tu forma de trabajar en estos momentos?

CR: He de reconocer que al principio tenia un poco de pánico escénico, pues suelo trabajar  en mi “santuario” sin que nadie me observe, pero me lo plateé desde un principio como un ensayo en el que la improvisación juega un importante papel en este tipo de actuaciones, en las que la puesta en escena es fundamental para que la ‘performance’ resulte atractiva. Reconozco que tengo una gran capacidad de concentración y eso hace posible que me meta en la ejecución de la obra como si me encontrase sólo en mi taller.

IA:  Ahora, después de Sinergia Tubular, nos llegas con Entre Acordes, ¿qué vamos a ver en esta ocasión?

CR: Se trata de una colección monotemática de esculturas figurativas  dedicada a la guitarra, un instrumento muy escultórico en cuanto a sus formas. Como amante de la música, con esta colección he querido rendir homenaje a todos los músicos y artistas que son capaces de arrancarle al instrumento ese maravilloso ruido desde lo más profundo de sus entrañas.

IA: He escuchado en bastantes ocasiones eso de: “Yo es que como no entiendo el arte, no voy a exposiciones”. ¿Qué le dirías a este tipo de personas? 

CR: Creo que todo radica en la sensibilidad de las personas, aunque  también influye  la educación o formación cultural del público en general. El campo del arte abarca un amplio abanico de posibilidades que puede ir de lo figurativo a lo abstracto, o  de lo evidente a lo conceptual, en cualquier caso lo importante es que la obra despierte el interés  del espectador, si no es así, mal asunto para el artista, pues la indiferencia puede llegar a ser su peor enemigo. Es por ello que en muchas ocasiones el autor de una obra  suele utilizar diferentes recursos para provocar al espectador, ya sea mediante el color la forma o incluso el vacío, hasta el punto de que lo grotesco puede llegar a ser atractivo.

IA:  Sigo… ¿debemos predisponernos los espectadores de alguna manera en especial antes de ver tu obra?

CR: Al estar ante una colección netamente figurativa creo que no hace falta ninguna predisposición; pienso  que esta obra puede llegar con facilidad a todos los públicos, en ningún momento he pretendido ir mas allá de lo evidente con esta colección, aunque si se echa un vistazo a  los textos delcatálogo se dan algunas pistas al espectador de lo que he querido trasmitir con cada obra.