Una vez más, movida por Dircom Andalucía, asistí a un encuentro donde la comunicación resultaba ser clave para generar confianza entre los diferentes stakeholders de una organización, los internos y los externos. Y no cualquier tipo de comunicación, sino aquella transparente, veraz y responsable, vinculada a las acciones integradas en la línea de RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Me encontraba en las 51 Jornadas Corresponsables.

Cansada de discursos vacíos y casi etéreos sobre este término, incluso incoherentes y olvidados cuando nos tocan el bolsillo. Sí, me refiero al caso Coca Cola y a su desvinculación ahora conveniente de la empresa gestora de las embotelladoras… Me dispongo a resaltar aspectos que personalmente, me parecen interesantes como comunicadora y que pude apreciar en algunas de las organizaciones participantes.

El primero de ellos y con el que coincido profundamente, lo ilustraba Antonio Verdegay, presidente de Dircom Andalucía: ““en nuestra Comunidad, compuesta principalmente por pymes, muchas empresas realizan RSE sin saberlo, haciendo esfuerzos por mantener el empleo, facilitando la conciliación laboral y familiar de sus empleados, colaborando en la medida de sus posibilidades con causas sociales, etc., y es algo que debe comunicarse y poner en valor”.

“¿Cómo articular la RSE vinculada a un territorio aportando valor al mismo?”, lanzaba la pregunta Francisco Pérez, director de la Loyola Leadership School.  La propia estructura cooperativista que promueve Coviran resultaba ser un arma de doble filo para la compañía en la integración de la RSE. Su cercanía y  proximidad con los públicos facilitan la captación de feedback y el conocimiento de expectativas; pero por otro, Tania Muñoz, su dircom, admitía la dificultad en la labor de evangelización de estos conceptos, desconocidos por el “tendero de toda la vida”.

Sin embargo, la organización eficazmente trabaja en un bonito proyecto: supermercado accesible certificado por AENOR. Lo que implica innovación aplicada al punto de venta, adecuación de lineales accesibles en pasillo, ‘turneros’ situados a una altura inferior, tipo de letra legible… A lo que suman la formación a sus asociados.

De la accesibilidad, pasamos a cuestiones medioambientales y sociales.  Como las de la iniciativa deAbengoa que medirá el impacto real de sus instalaciones o su participación en iniciativas vinculadas a promover la educación en colectivos en exclusión (PEyC: Personas, Educación  y Comunidades). Cerquita en Torreblanca tenemos un ejemplo.

Heineken por su parte, apuesta por el desarrollo del talento artístico y lo vemos en su propuesta underground, nunca mejor dicho, en Málaga con la Sala Fundación Cruzcampo.

Destaco el discurso de Belén Torres, editora del Programa Solidarios, la cual resaltaba el papel de losmedios de comunicación en profundizar y divulgar aquellas iniciativas positivas para la sociedad con objeto de que el consumidor premie en el momento de la compra a las organizaciones que las promueven. Y todo ello, sin dejar de ejercer el espíritu crítico que deberían de tener como profesionales. Bravo, ¿complicado? Seguramente en el contexto actual, por desgracia.

Para el final dejo lo que me aburrió soberanamente: la polémica regulación sí, regulación no; y el manido discurso de ciertos sectores por satanizar el papel del empresariado. Botín no somos todos, oigan, más bien unos pocos. Casi el 99% de las empresas españolas son pymes.