Cómo lograr que tu marca no sea invisible
Segunda actividad de Dircom Andalucía en lo que va de año y repitiendo en Málaga. Luego, en primer lugar como vicepresidenta de la Asociación, como comunicadora y por último como malagueña tengo que decir que estoy más que satisfecha de que la comunicación estratégica se haga un lugar en nuestra ciudad. Y no de cualquier manera, sino alcanzando un aforo de más de 80 profesionales del sector y empresarios que se dieron cita el pasado 30 de enero en el Museo Thyssen.
Casi descifrando el mensaje que Jean Marc Colanesi compartía con los asistentes, “umuntu ugumuntu ugabantu”, algo así como “el hombre es hombre a través de otros hombres”, fuimos adentrándonos en el universo o más bien tribu de las marcas “ubuntu”. Y qué es esto diréis ahora, ¿otra palabreja más del marketing? Tengo que confesaros que por un momento también lo pensé, pero esto tiene algo más de alma, de emoción… Que es lo que mueve a los consumidores, a mi misma.
En un contexto donde hemos creado productos invisibles para grandes masas, Colanesi nos hacía cerrar los ojos y conectar con el reptiliano “Aunque de esto ya os hablaré otro día”, comentaba el conferenciante. Estábamos ante la ya reincidente pregunta que a todo comunicador y puedo intuir que empresario/a nos atormenta, ¿cómo voy a diferenciarme del resto? Y aquí llegaba la respuesta: La marca humanizada, la “ubuntu”, cobra relevancia. Para mi no es algo desconocido, lo llevo escuchando desde hace tiempo en diferentes discursos, luego cuando el rio suena… ¡Pongamos atención!
La construcción de la marca desde dentro de las organizaciones hacia fuera. Creando diálogo con los grupos internos, lo cual me alegra era un caballo de batalla que creía perdido, convirtiendo a nuestros clientes, seguidores, stakeholders en cómplices como decía semanas atrás Diego Rivera, o en tribu como comentaba Colanesi. Si logramos que nuestra tribu nos siga, entonces, sólo entonces podremos derribar, yo lo dejo en minimizar, el efecto “fábrica de lunes”. ¿Cómo estás?- De lunes…
No es fácil, señores/as. Construir reputación y no cualquiera, sino ésta de la que os hablo requiere tiempo y ser pacientes con algunos resultados que llegarán en el medio/largo plazo. Y surgirán dificultades como la que comentaba un participante: ¿cómo puedo convencer a mi CEO de que construir una marca así requiere tiempo? A lo que yo añado: ¿cómo convertir una marca tremendamente dañada en una “ubuntu”?, ¿tendrá que tomar nota Coca Cola y sus despidos ahora de esto? Vaya, la fábrica de la felicidad resulta que tiene resquicios…