Cómo lograr que el storytelling llegue a emocionar
“¡Jodido storytelling, ha conseguido emocionarme, me habéis dejado muy tocado”, con estas palabra Ignacio del Valle, director de la agencia Bypass, se manifestaba en la celebración del primer aniversario de Albilés Comunicación que tuvo lugar el pasado 17 de octubre en las instalaciones de estos compañeros creativos, que a su vez, llegaban a su temprana adolescencia, cumplían 11 años.Pulsa aquí para ver galería de fotos.
Pero no es fácil lograr algo así. Aprovecho este especial evento para realizar un análisis de los elementos que participan en buen storytelling. En esta ocasión, su diseño requirió un total de: más de 20 horas dedicadas al desarrollo del proceso creativo, más de 30 horas de planificación y casi 15 deejecución. Y todo para una tarde de 4 horas.
Para su construcción fue necesario: levantarnos del ordenador, llevar libreta y lápiz en mano en la mesita de noche, en el coche, en casa de tus padres, tomando un café, una copa… Y en nuestro caso, soñar, escuchar a los niños, pensar como ellos, como sus madres, ilusionarnos, reír, pensar de forma alocada, lo inusual.
Después adaptar todo esto a una narrativa, la del cuento, la de la historia. Nos encanta contar historias con un planteamiento, nudo y desenlace. Y por qué no, también con un posible final abierto. Nuestra A crece, ya sabéis que nos la encontramos hace un año, después supimos que es amiga de la luna y que tiene un pasado extraterrestre y ahora nos sorprende con un nuevo elemento que forma parte de su crecimiento, ¡ay dios mío le han salido unos preciosos ojos con pestañas muy largas! Suponemos que lo necesitaba, el audiovisual manda… ¿Qué será lo siguiente?
Para compartir nuestra alegría y mostrar el descubrimiento, reunimos a la familia en una fiesta infantil. Así que a través de una serie de instrucciones nuestros asistentes volvían a ser niños, bailaban, cantaban, elaboraban artesanalmente su atuendo y además, jugaban y competían gracias a la colaboración de la compañía Sindromedarío.
Soplamos velas al ritmo de “cumpleaños feliz” de Parchís y del coro de asistentes. Hubo discurso solemne con grandes dosis de interpretación al “padrino de la niña” porque como diría Don Vito: “¿Pasas tiempo con tu familia? Bien, porque un hombre que no pasa tiempo con su familia nunca puede ser considerado un hombre de verdad.”
Como colofón final, hubo brindis con champagne y una piñata muy especial. Gominolas, juguetes infantiles y mensajes que evocaban a momentos de la infancia, desataban las risas de los participantes. Y así entre actividades, charlas, mediasnoches y ganchitos, nuestra niña cumplía su primer año. Y sus madres preparaban su fiesta como lo haría cualquier otra: con cariño y cuidando los detalles. En nuestro caso, todo muy Azul.
Esto amigos, forma parte de la construcción del storytelling, si no te marcas el propósito de despertaremociones, te quedará algo estándar, impecablemente planificado pero falto de conexión con tu público.
1, 2, 3 ¡Feliz cumpleaños mi niña!