Los que somos de letras también innovamos
Este post va dedicado a todos aquellos/as, compañeros de pupitre, aula, recreo, talleres, de nuevo más aulas, talleres, seminarios, congresos…. apasionados de la comunicación, las letras y otros menesteres vinculados a esta área que nunca nos dijeron que ser creativos y ser innovadores no iban de la mano. Y fíjate que ante tal dilema, me dirijo a la fuente que todo periodista, juntaletras, lingüista, maníaco del léxico acude, nuestra querida RAE (Real Academia de la Lengua Española). Y me encuentro con esto:
“innovar: (Del lat. innovāre).
1. tr. Mudar o alterar algo, introduciendo novedades.
2. tr. ant. Volver algo a su anterior estado.”
Me quedo perpleja al ver que no hay alusión alguna a ningún sector en concreto, ni tecnológico, ni científico… Así que… ¡culpable! Ésta fuente ya no nos vale, será inexacta podríamos pensar.
Bien podría haberme quedado con esta idea, y dejar que otros innoven, hasta que tuve la suerte de topar durante mi trayectoria profesional con una persona que me hizo ver que la innovación no sólo proviene de un producto sino también en el modo en que prestas el servicio. Y ¡bingo! La clave estaría aquí para aquellos profesionales que nos dedicamos a trabajar con los intangibles de una organización, y la comunicación es uno de ellos, la responsabilidad social es otro. Sólo que nos enfrentamos a un cambio de paradigma, y esto cuesta. Los que nos dedicamos a esto, no contamos con la valoración de entidades e instituciones que apuesten por organizaciones que sí introducimos cambios pero en la gestión, en los procesos, en el modo de atender al cliente, en el modelo decomunicación interno y externo, en los mensajes transgresores y frescos y podría seguir… pequeños gestos que introducen grandes cambios.
Más allá de cualquier punto ególatra que se pudiera atisbar de este escrito, no, no se equivoquen, esto es una reivindicación del sector, un crítica afilada a esa dichosa frasecita “el que vale vale y el que no…”. Así que, levanto la mano valientemente y digo: ¡soy de letras, valgo y además innovo cada día!. Si escribiera un tuit cerraría con un contundente #hedicho pero siempre con una