Hoy 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo Gay. Vale y ahora qué. Pues que como “los viernes son de cine” en nuestro blog, dedicamos este post a algunas películas que se alzaron como reinvindicación de este colectivo.
Causó escándalo entra la sociedad americana el amor mantenido entre dos cowboys que se enamoran durante el verano de 1963 mientras trabajaban en el pastoreo de ovejas en Brokeback Mountain. El filme cosechó éxitos para su director Ang Lee y protagonistas, obteniendo el Óscar a la mejor dirección, a la mejor banda sonora y al mejor guión adaptado. Sin embargo, en España ya estábamos más que acostumbrados a estas escenas en las películas de Almodóvar como La Ley del Deseo del año 1987, interpretada por un joven Antonio Banderas y Eusebio Poncela. Nuestro malagueño más internacional volvería a interpretar a un homosexual años más tarde, ya en la meca del cine, siendo la pareja de Town Hanks o el joven abogado Andrew Beckett en Philadelphia, estrenada en 2003 y tratando en esta ocasión, el tema de la violación de los derechos humanos, de la que es víctima el protagonista.
Rescatamos la película que Peter Jackson, al que conoceréis por la posterior triología de El Señor de los Anillos, estrenó en 1994, Criaturas celestiales (Heavenly creatures) que fue ganadora del premio León de Plata en ese mismo año dentro del Festival Internacional de Cine de Venecia. Unas jóvenes Melanie Lynskey y Kate Winslet aparecían en los papeles protagonistas.
El filme está basado en un caso policial real ocurrido en Nueva Zelanda, en 1954. La amistad entre dos compañeras de colegio adolescentes es tan intensa y estrecha que despierta el recelo de los padres de una de ellas, hasta tal punto que consulta a un médico. El doctor Bennett (Gilbert Goldie) le sugiere a la madre de una de ellas, Pauline, que su hija podría ser homosexual, algo considerado como una enfermedad mental en aquella época…
Es curioso como estás chicas inventan un verdadero ‘storytelling’ para comunicarse entre ellas, un mundo llamado Borovnia. Y es que la creatividad es una gran aliada para la construcción de todo lo que puede rodear a una marca, a las personas que trabajan en ella. La narrativa puede estar llena de juego, gamificación que ahora lo llaman. Y sino que se lo digan a Sage con su “Sagecity”.