De nuevo conjunción de acontecimientos que no de planetas, Día Internacional de Internet y… ¿Qué podrías ver que fuera interesante en este viernes que anuncian algo de lluvia? Disponte con tu cena favorita y comienza el primer episodio de Black Mirror, The National Anthem. Una llamada telefónica despierta en mitad de la noche al primer ministro británico. La princesa Susannahh, la integrante más popular de la Familia Real, ha sido secuestrada.  Sus captores advierten en un vídeo colgado en YouTube que la llamada “princesa de Facebook” solo será liberada si el primer ministro accede a mantener relaciones sexuales ante las cámaras con un cerdo.

Esta miniserie de Charlie Brooker, producida por  Zeppotron para Endemol,  aterrizó en la parrilla de la cadena británica Channel 4 cuando la audiencia se preparaba para los tradicionales festejos navideños. Y… ¡oh sorpresa!. ¿Dónde estaba ese “buen rollo” que caracteriza a todo lo que vemos en televisión durante esos días?

Inicialmente eran tres capítulos que juegan con la exageración y la provocación para retratar a una sociedad adormecida  y dominada por la tecnología. Desde febrero de 2013, cuentas ya con tres más.

¿Y ese título? Su creador dice: “Si la tecnología es una droga -y se siente como una droga- entonces, ¿cuales son los efectos secundarios?. Esta área -entre el placer y el malestar- es donde Black Mirror, mi nueva serie, está establecida. El espejo negro del título es lo que usted encontrará en cada muro, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla fría y brillante de un televisor, un monitor, un teléfono inteligente.”

Continuando con la reflexión de Brooker, ¿qué ocurre cuando lanzas tu marca al entorno social sin control? “Como todos están yo también quiero hacerlo” dirías… Pero quizás tu negocio no necesita estar en todas las redes, a veces es mejor no comunicar dependiendo en qué contexto te encuentres, o podría ser que estuvieras lanzando mensaje a los cuatro vientos en una red en la que tu público no se encuentra. ¿Vives dominado por la velocidad de las redes? Venga, ¡toma el control! Planifica cómo quieres estar, realiza una estrategia de contenidos y bien te vendría una prevención ante una posible crisis online. El conocimiento, la coherencia y “el saber estar”, te hace más sabio, más consciente…