La Comunicación Corporativa no es sexy: 4 acciones desastrosas de las marcas para serlo
La comunicación corporativa, la B2B, no es sexy. Esta curiosa frase la escuché por primera vez en boca de Carlos Molina de Best Relations, en una actividad organizada por Dircom Andalucía y Corporación Tecnológica conjunta. De lo disruptiva que sonaba me hizo reflexionar.
Veamos, se dice que algo es sexy cuando tiene atractivo físico y sexual. Y seamos honestos, lo que es sexy, entra por los ojos, altera nuestra hormonas y hace que lo deseemos ansiadamente. Luego, no es descabellado pensar que todas las empresas querrían que su marca o producto fuera objeto de deseo de consumidores, clientes y diferentes grupos de interés.
¡Qué levante la mano quien no ha cometido locuras por alcanzar aquello que nos resultaba sexy! Las empresas y marcas también. He aquí las 4 acciones más desastrosas para lograr el ‘engagement’.
1.- Perder los objetivos por hacer cosas que molan. ¿No te has preguntado algunas vez al ver una campaña… ¿pero esto de qué iba?
2.- Si planificas algo, hazlo bien. ¿Has tenido en cuenta los daños colaterales? Con ello me refiero que una acción chula puede jugarte una mala pasada porque en lugar de aumentar ventas o reconocimiento de branding puede provocar una estampida de tu público más fiel o una crisis de reputación por no adaptar mensajes por ejemplo o no contemplar la perspectiva de género.
Caso Ariel que levantó la polémica en Twitter por estos desafortunados tuits. @micromachismos recoge la mayoría.
Caso Donettes. Sin palabras…
¿Y qué me dices de Saba? Atención con la propuesta de la marca y la reacción que provocó.
3.- ¿Tienes algo que contar? Búscalo y si es interesante adelante. De lo contrario, ¿no es más inteligente el silencio? Las consecuencias pueden ser miles de RTs y comentarios.
4.- Tan guapos, modernos y renovados que… ya ni siquiera reconocemos la marca. Aquí tenemos la renovación de imagen de… ¿Pepsi?
Y el caso del cambio de logo de GAP en 2010. La compañía recibió tales críticas que la presidenta tuvo que lanzar una comunicado explicando las razones del cambio. Supuestamente, pretendían iniciar un proceso de crowsourcing para implicar a la comunidad online para mejoras en el diseño. Más tarde tuvieron que volver a enviar otro comunicado explicando que volvían a su antiguo logo, “la caja azul regresa esta noche”. Los errores estuvieron en un cambio de logo que igual no era necesario, no estudiaron el posicionamiento y tampoco identificaron un elemento emblemático para el consumidor: el recuadro azul.